“Todo se pudrió en los pasillos de Latina: escándalo con Ricardo Morán enciende denuncia formal contra el canal”
Los días posteriores al incidente en “Yo Soy” fueron un hervidero de indignación.
El gesto de Ricardo Morán —al interrumpir y desacreditar en vivo a un joven concursante por agradecer a Dios— no solo generó repudio en redes sociales, sino que también abrió un debate público sobre los límites de la crítica en televisión y el respeto a la libertad de fe.

Pero ahora, todo eso se convirtió en mucho más que una tendencia viral: una organización ciudadana ha presentado una denuncia formal contra Latina TV ante el Ministerio de Transportes y Comunicaciones y la Defensoría del Pueblo.
El documento, al que se tuvo acceso exclusivo, acusa al canal de haber permitido y difundido contenido que “denigra la libertad religiosa de un menor de edad en un contexto de exposición mediática masiva”, y solicita medidas urgentes contra la producción del programa.
Pero el golpe más fuerte viene en el segundo punto de la denuncia: se exige una investigación formal sobre si el canal actuó de forma premeditada al no editar el contenido y al proteger posteriormente a Ricardo Morán de cualquier consecuencia interna.
La acusación es directa.

Según los denunciantes, Latina habría priorizado el rating y el escándalo por encima del bienestar emocional del participante, ignorando el impacto psicológico que un ataque como el ocurrido en vivo puede generar en una persona joven y vulnerable.
En el documento se cita la “pasividad absoluta del canal ante la reacción masiva del público” como indicio de encubrimiento y complicidad institucional.
Hasta el momento, Latina no ha emitido una disculpa pública ni ha tomado acción visible contra Ricardo Morán.
Al contrario, el jurado sigue apareciendo en pantalla como si nada hubiese pasado, mientras el joven afectado permanece en silencio, presuntamente por presión o acuerdos fuera de cámaras.
Esa posibilidad es, de hecho, otra línea de investigación sugerida en la denuncia: ¿se está intentando silenciar a la víctima?
El escándalo crece a cada hora.
Organizaciones religiosas han firmado un pronunciamiento conjunto solicitando una sanción ejemplar contra el canal, mientras que periodistas y analistas cuestionan la total desconexión ética de una televisora que ya arrastra antecedentes polémicos.
Se recuerda, por ejemplo, la filtración de castings manipulados y denuncias de maltrato dentro de producciones anteriores, que Latina siempre logró desactivar con control de daño mediático… hasta ahora.
En redes, el hashtag #DenunciaLatinaTV se ha vuelto tendencia en más de seis países, alimentado por miles de personas que exigen justicia, transparencia y responsabilidad editorial.
La presión es tan intensa que incluso algunas marcas auspiciadoras han comenzado a retirar discretamente su apoyo comercial al programa.
Un dato que, aunque no confirmado por el canal, ha sido filtrado por insiders de la industria publicitaria.
Pero la pregunta que todos se hacen ahora es: ¿cómo responderá Latina ante una denuncia legal que ya salió de la esfera mediática y entró al terreno judicial? Porque esta vez no es un simple “escándalo de farándula”.
Esta vez se cuestiona la ética de fondo de un canal que durante años se presentó como “familiar”, “divertido” y “formador de talento”.
Ricardo Morán, por su parte, sigue en silencio.
O peor aún, activo en redes con frases crípticas que muchos consideran una provocación más que una explicación.
En una de ellas escribió: “Cuando la verdad incomoda, siempre buscan al culpable equivocado.
” Una afirmación que ha encendido aún más a sus detractores.
Mientras tanto, el joven participante —cuya identidad aún se mantiene en reserva por razones legales— sigue siendo el gran ausente de esta historia.
No ha vuelto a aparecer en el programa.
No ha hablado con la prensa.
Y su ausencia se siente más que cualquier palabra.
Un silencio que pesa.

Un silencio que arde.
Lo que está claro es que Latina TV ya no puede seguir ignorando el rugido del público, ni esconderse detrás del formato de entretenimiento.
La denuncia está sobre la mesa.
El daño ya está hecho.
Y el juicio no será solo legal… será también moral, mediático y, quizás, definitivo.