Hay extremos que no les sienta nada bien que RTVE se haya sabido reconvertir en la televisión pública y de calidad que durante tantos años ha estado desaparecida en la parrilla televisiva. Ahora que la tornas han girado y RTVE se ha convertido en un canal de referencia, a muchos parece que no les gusta.
La última en sufrir un brutal ataque por parte de la derecha española ha sido la brillante analista política y colaboradora de televisión, Sarah Santaolalla. La joven expresó una opinión y la derecha ha tergiversado sus palabras para justificar incitaciones al odio hacia ella, acosarla virtualmente y de manera directa, como el diputado del PP Jaime de los Santos.
Sarah Santaolalla reaccionaba a estas palabras del diputado del Partido Popular: “Jaime De los Santos, diputado nacional y vicesecretario de educación del Partido Popular, habla de mí entre ‘prostitutas’ y ‘señoritas de Sánchez’. ¿Cuánto más tengo que soportar? ¿Hasta dónde va a llegar la violencia?”.
José Pablo López, presidente de RTVE, ha emitido un comunicado ante este hecho y otros: “Los ataques que están sufriendo RTVE, algunos de sus profesionales y colaboradores/as, no son algo casual sino causal. Las causas tienen que ver con nuestra mayor competitividad y con la promoción del debate político plural desde la tele y la radio pública. En definitiva, con causas empresariales y políticas ajenas al servicio público. Es decir, televisión pública sí ‘ma non troppo'”.

TVE
“Y es que el pluralismo político en televisión se ha reducido sustancialmente en los últimos años. Y ahora resulta sorprendente que muchas opiniones se den cita en la radio y la tele públicas (todas las que respetan la democracia y los derechos humanos). Más sorprendente (e intolerable para algunos) resulta que RTVE venga desarrollando una agenda propia que no sea un mero reflejo de lo que otros deciden que es noticia o motivo de comentario en tertulias”, proseguía el escrito.
José Pablo añadía que “Pero es nuestra obligación como medio público trabajar contra el control de la información, ofreciendo otros temas y puntos de vista en una sociedad en la que algunos presentan la diversidad (política, informativa, de orientación sexual, de color de piel) como un antivalor. La radio y la tele públicas son un dique frente al pensamiento único que ha creado su propio ecosistema informativo para reforzar ciertos discursos, generalmente autoritarios. Unos discursos que criminalizan la discrepancia o que señalan a colectivos como feministas, LGTBi o inmigrantes. RTVE no puede negociar con el ataque a los Derechos Humanos más básicos, debe estar a la vanguardia de su defensa”.

Borja Sanchez-Trillo / EFE
Además, escribía que “hay quienes solo toleran los medios públicos mientras que no sean molestos. Pero la libertad de expresión cómoda no afianza la democracia, únicamente la anestesia frente a los bulos y desinformación de aquellos que sí quieren acabar con ella. RTVE tiene como misión promover un auténtico debate democrático y plural, aunque no resulte cómodo, aunque haya quien prefiera que de eso se ocupen otros o aunque, durante algún tiempo, no fuera un asunto prioritario“.
Lee también
“Es imposible sanar la democracia sin los medios públicos, sus profesionales y sus colaboradores. Por eso en RTVE no sobra nadie. Por eso, mi reconocimiento a los que cada día, con aciertos y errores, pero con buena voluntad, trabajan por una RTVE más autónoma y consciente de su papel central en nuestra democracia. Por todo esto, cada día más gente conecta con RTVE”, finalizaba el comunicado de José Pablo López, presidente de RTVE.