Steve McQueen dejó una fortuna secreta que convirtió a su familia en multimillonaria: propiedades ocultas, autos clásicos valuados en millones y regalías que aún generan ingresos; décadas después de su muerte, los herederos siguen recibiendo cifras astronómicas. ¿Cómo construyó un imperio silencioso sin que nadie lo supiera? El legado financiero del “Rey del Cool” supera toda expectativa.
Han pasado más de cuatro décadas desde la muerte de Steve McQueen, pero su presencia no solo sigue viva en las pantallas… también en las cuentas bancarias de su familia. El actor, conocido como el “Rey del Cool”, no solo fue una leyenda del cine de acción y velocidad, sino también un visionario financiero cuyo legado económico sigue sorprendiendo al mundo.
Hoy, sus descendientes disfrutan de una fortuna que ha crecido con el tiempo, generando millones año tras año. ¿Cómo lo hizo? ¿Qué dejó realmente McQueen a su familia? Aquí te lo contamos todo.
El inicio de una leyenda… con mentalidad de empresario
Steve McQueen nació en 1930 y tuvo una vida marcada por la lucha y la superación. Tras servir en la Marina, ingresó al mundo del espectáculo y se convirtió rápidamente en uno de los actores mejor pagados de su época.

Pero lo que pocos sabían es que, mientras filmaba películas icónicas como Bullitt, Le Mans o The Great Escape, también estaba invirtiendo en bienes raíces, arte, autos y relojes, con una visión que pocos actores de Hollywood tenían en ese entonces.
“McQueen no era solo un actor, era un coleccionista obsesivo… pero muy inteligente”, comentó su biógrafo Marshall Terrill.
Autos, relojes y arte: el tesoro oculto
Una parte importante de la fortuna que dejó Steve McQueen está ligada a su colección personal de automóviles y motocicletas, muchas de las cuales hoy están valuadas en cifras exorbitantes.
Entre ellas se encuentran:
Un Ferrari 275 GTB/4, vendido en subasta por más de 10 millones de dólares.
Un Porsche 917K, utilizado en la película Le Mans, cuya sola existencia es considerada “sagrada” por coleccionistas.
Una moto Indian Chief de 1946, que perteneció a su colección privada.
Relojes Rolex Submariner y Heuer Monaco usados en películas, vendidos por cientos de miles de dólares cada uno.
Además, McQueen era amante del arte moderno y poseía varias piezas de Warhol, Picasso y Basquiat, adquiridas mucho antes de que se volvieran multimillonarias.
Testamento y derechos de imagen: una mina de oro
Antes de su muerte en 1980, Steve McQueen dejó un testamento detallado, en el que protegía los derechos de sus hijos, su tercera esposa y otros familiares. Pero lo más valioso no fueron los bienes tangibles… sino los derechos de imagen y regalías.
A través de contratos bien negociados, su rostro, voz y nombre continúan usándose en comerciales, campañas de marketing, documentales y licencias oficiales.
“Cada vez que alguien vende una camiseta con la imagen de McQueen o se proyecta una de sus películas, su familia cobra”, explicó un experto en derechos cinematográficos.
Solo en 2023, se estima que la marca “Steve McQueen” generó más de 12 millones de dólares en ingresos por licencias.
¿Cuánto vale su fortuna hoy?
Aunque es difícil dar una cifra exacta —pues gran parte está distribuida en fideicomisos, inversiones privadas y empresas familiares—, los expertos estiman que el patrimonio vinculado a Steve McQueen supera los $200 millones de dólares.
Y lo más impresionante: sigue creciendo cada año.
Su hijo, Chad McQueen, quien también fue actor y piloto de carreras, ha sido el principal responsable de mantener viva la imagen de su padre, creando alianzas con marcas de ropa, relojes y autos, todas con el sello “Steve McQueen approved”.
¿Por qué sigue siendo tan rentable?
Hay algo en McQueen que trasciende el tiempo. Su estilo, su rebeldía, su actitud “cool” sin esfuerzo, siguen siendo una fábrica de dinero para las marcas que buscan asociarse con una figura icónica, viril y elegante.
Marcas como:
Tag Heuer, que reedita el icónico Monaco usado en Le Mans
Persol, con reediciones de sus gafas
Ford y Porsche, que han usado su imagen para promociones históricas
Todos ellos pagan licencias millonarias por utilizar su rostro. Y esa estrategia, cuidadosamente cuidada por su familia, ha hecho de Steve McQueen una marca global más allá de la tumba.
¿Quiénes heredan esta fortuna?
El principal heredero es su hijo Chad, pero también sus nietos han comenzado a beneficiarse de este imperio. De hecho, uno de sus nietos —Steven R. McQueen— es actor y ha participado en series como The Vampire Diaries.
La familia ha creado una fundación benéfica con parte de los ingresos, enfocada en apoyar a jóvenes talentos del cine y a exveteranos de guerra, honrando las raíces de Steve como exmilitar.
¿Un actor convertido en imperio?
Pocos artistas han logrado lo que Steve McQueen: convertirse en marca atemporal. Mientras otros íconos de su época han quedado en el olvido, él continúa vendiendo películas, relojes, autos, ropa y actitud.
“Él era el James Dean que no murió joven… sino que se volvió inmortal por decisión propia”, comentó una revista de cultura pop.
Conclusión: el rey que nunca dejó de reinar
Steve McQueen no solo dejó un legado cinematográfico. Dejó un ejemplo de visión, de control sobre su imagen, de cómo transformar la fama en una fortuna eterna.
Hoy, su familia vive rodeada de lujo, pero también de responsabilidad: custodiar el nombre de un hombre que supo conquistar Hollywood… y el futuro.
El “Rey del Cool” no solo sigue vivo en nuestras pantallas. También sigue firmando cheques desde el más allá.